Vida y crédito

Demás esta decir que Estados Unidos es un país donde todo se puede conseguir.

Los alcances de los créditos son realmente increíbles y es solo cuestión de pensar en lo que uno quiere para poder tenerlo, en realidad era.

Las cosas han cambiado, con esto de la crisis y muchas personas han debido adecuar su billetera a los nuevos cambios, para sorpresa de muchos, en general las personas habían vivido realidades muy distintas a lo que el bolsillo de cada uno podía resistir y ahora que el trabajo se ha vuelto un bien escaso, algunos han debido perder todo y tratar de recomenzar una nueva vida.

Volvemos entonces a pensar que hábitos como el ahorro, siguen siendo un pilar importante para el desarrollo de una sociedad más justa y mucho mas cimentada en pilares fuertes y sólidos que podrán contener cualquier momento de apreturas.

Finalmente el sueño americano, puede y debe ser, pero nunca debemos abandonarnos al consumo no respaldado, ese que cualquier tarjeta de crédito te ofrece y que muchos terminan entregando sus vidas para poder terminar una deuda que se vio inflada por intereses que uno nunca entendió.

Nuevos caminos

Sin discusion puedo decir, que estoy cosechando lo que he sembrado o no?

He terminado definitivamente mi relación y sigo viajando, ahora en Estados Unidos.

Las cosas han sido difíciles, pero es lo que tarde o temprano sucedería.

Mi hijo se ha quedado con su abuelo, lo que en parte me ha dejado un poco más tranquilo.

Deberé reestablecer mi vida de una nueva forma, sin familia, solo con hijos, ellos serán mi principal fuente de energías para seguir adelante.

Creo que hay que definir nuevos caminos, con un pasado cierto y un futuro que se definirá en la medida que existan objetivos claros que alcanzar, mientras tanto sólo meditar en los errores incurridos para revitalizar lo que este por llegar.

La revolución FB

Hace ya bastante tiempo que no escribía y esta vez no fue por trabajo o por abandonar la costumbre de exponer las cosas que vivo a diario.

Me he hecho parte de la compleja red social que ha creado Facebook en internet y que por mucho tiempo fui reacio a estar agregado como uno más.

Como conclusión he podido encontrar a mucha gente que tenía perdida de vista hace muchos pero muchos años, creo que en todo caso esta serie de reencuentros han sido más que positivos y me animan aún más a mantener mis relaciones sociales activas.

No deja de ser interesante la cantidad de personas que han ingresado a este fenómeno de la red y que bien manejado puede acrecentar aún más los lazos que podamos tener con antiguos y nuevos amigos y conocidos.

Ya no hay excusas para no poder estar comunicados y es de esperar poder encontrar y disfrutar de los recuerdos que puede generar el toparse con gente en la pantalla del computador y que normalmente hace tiempo no sabías.

Libertad y esperanza

Independiente de las implicancias políticas y las visiones de los distintos sectores que puedan convocar comentarios de diversos tipos, ahora ella está libre.

Ver la paz y felicidad reflejada en el fondo de sus ojos es el más claro indicio de la tan anhelada libertad.

Como pocas veces, hemos visto un operativo de inteligencia, que como su nombre lo indica fue muy inteligente y donde no se lamentó la pérdida de vidas de ningún lado.

En anteriores imágenes se podía notar sin mucho esfuerzos el efecto devastador de la privación de libertad, pero principalmente la ausencia de toda motivación para vivir.

Es demasiado corta la vida para que interrumpan la libertad y peor aún con la brutalidad que significó tanto tiempo en la selva.

Habrá que ver que sucederá con el resto de los secuestrados, pero la felicidad de ver a la familia junta otra vez es algo que por lo menos en parte reconforta.

Las ideas deberán decantar un poco por algún tiempo, pero en lo personal, creo que no debemos quedarnos tranquilos hasta que nadie secuestrado permanezca privado de libertad.

Uno más y en la distancia

Detenido frente al espejo puedo ver como ha pasado el tiempo en mi rostro.

Una vez más estoy en la distancia, esa que a veces parece eterna y que junto al calor han ido minando mis ganas de seguir con este trabajo.

En muchas oportunidades he tratado de engañarme y pensar que todo ha estado correcto, pero finalmente no es así.

La eterna lucha entre lo material y lo familiar me tiene devastado.

Muchas veces no se que pensar al respecto, se hace fácil continuar sin tener que seguir cuestionando todo, pero cuando me enfrento a los ojos inquisidores de mi hijo, me vuelvo a repetir la eterna pregunta, ¿estaré en lo correcto?

En mi caso nunca ha sido de fácil respuesta, he dejado todo por lo laboral, por la pasión profunda que siento por el trabajo.

Pero hoy más que nunca deseo la protección que te ofrece la familia, esa que de forma tácita y sin cuestionamientos aparece de la nada y te reviste de un poder difícil de poder explicar.

Bueno el tiempo ya ha hecho su labor y la fragilidad del alma una vez más se ha dejado ver.

Espero regresar pronto.

A mitad del camino

Ya queda menos tiempo para estar acá en México.
Desde hace algunos días estoy en Caborca y en realidad el calor ha sido mi más fiel compañero.
Esta semana ha promediado 46° C, lo que es inimaginable en estos momentos de invierno en Chile.
El cambio de lugar y de personas es el rito que marca la mitad del camino, lo que en parte me reconforta, porque cuento los días para poder volver.
Al igual que yo, Emilio espera ansiosamente mi llegada para que tomemos vacaciones de invierno.
Por lo que tengo entendido, partiremos al sur, donde mi madre vive hace años.
No importará ni la lluvia, ni el frío, ni todo lo que significa un buen invierno en el sur.
Cada vez que pienso en ese tiempo de descanso, no puedo entender como gente pueda vivir en estos lugares donde la naturaleza resulta ser tan extrema y poco amigable con los seres humanos.
Sin embargo, hay que aguantar por unos días más para poder empezar a sentir ese frío, que tanto hace falta acá.

Un día feliz

Después de esos días donde estuve enfermo, puedo decir que siempre hay días felices.

Pudé por fin armar mi bicicleta y el clima este año ha estado especialmente benigno, lo que permitió salir a pedalear por ahí.

Estuve consultando y encontré un lugar llamado "El Bachoco" donde hay bastante lugar donde recorrer en bicicleta de montaña.

Partí temprano para poder resistir de mejor forma el calor, que este año ha sido menor pero igual pega fuerte.

Cuando llegué no se veía muy interesante, pero adentrandosé en el lugar pudé recorrer muchos senderos de distinta complejidad que resultaron muy entretenidos.

A pesar del calor reinante que normalmente hay en Hermosillo, me pude dar cuenta que mucha gente practica MTB con bastante entrega al deporte.

Mucha piedra, cactus y espinas me acompañaron en esta nueva experiencia, que a pesar del cansancio me dejo feliz de hacer lo que realmente me gusta.